Lo primero de todo será conseguir la típica garrafa de agua de cinco u ocho litros. Ya sabes que están fabricadas con plástico PET y que, al igual que las botellas de plástico y otros envases de ese mismo material, pueden reciclarse si las llevamos al contenedor amarillo. En dicho contenedor también se depositan las latas y los briks.
Por otra parte, deberemos recopilar unas 200 cucharas de plástico. Mucho mejor si las obtenemos tras haberlas utilizado (y después limpiado, claro) en alguna fiesta o acto similar. Qué más cosas nos harán falta: pegamento, una bombilla de bajo consumo, un enchufe, un porta-lámpara, cable, un destornillador y un alicate. Por el tipo de material a utilizar, hemos de decir que la manualidad debe llevarse a cabo bajo la atenta mirada de un adulto si es realizada por menores.
PROCEDIMIENTO
1- Comenzaremos cortando a todas las cucharas de plástico su mango y a la garrafa su fondo (ver fotos)
2- Después pegaremos de forma escalonada todas las cucharas alrededor de la botella, y prepararemos el anillo de cucharas que debe cubrir el cuello de la garrafa. Para ello, bastará con pegar cuchara con cuchara hasta formar el círculo (ver fotos)
3- Acto seguido, y ya acabando, abriremos un pequeño orificio por el tapón de la garrafa y pasaremos por él el porta-lámpara con su cable. Por último, pegaremos el anillo de cucharas al cuello de la botella.
¡Y ya está! Tendremos una extraordinaria lámpara de diseño reutilizando materiales que generalmente desechamos tras su uso.
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